jueves, 24 de noviembre de 2011

Otra forma de aprender Historia

         Como ya hemos visto, hay muchísimas formas de aprender todas las materias, vimos también que existen tres paradigmas que recogen los distintos procesos de enseñanza-aprendizaje, lo que os voy a contar ahora quizás podríamos enmarcarlo, en parte claro, en el paradigma sociocultural, ustedes direis...
         Este fin de semana me voy a mi pueblo, a El Bosque (Cádiz), allí vamos a celebrar el Bicentenario de la Villa de El Bosque, la conmemoración de unos hechos acaecidos en 1810 y 1811, hace ahora 200 años. En mayo de 1810 los bosqueños/as se sumaron a la lucha contra la invasión francesa y en noviembre de 1811 recibieron el reconocimiento a sus méritos por parte de la Junta de Regencia asentada en Cádiz, que le otorgó el título de Villa y el derecho a constituirse en municipio independiente.
         Y se celebra de una manera muy bonita, por una parte desde el colegio se hacen actividades para los niños, además se ha llevado a cabo un ciclo de conferencias titulado "una cita con nuestra Historia". Pero la gran cita llega este fin de semana, cuando el pueblo entero se engalana para recrear los hechos, todos los vecinos se visten con ropas de la época, las calles, bares, etc. estarán decoradas también para la ocasión, y durante el sábado y el domingo se escenificará lo vivido hace ya 200 años.
         El año pasado se hizo por primera vez y fue un exitazo, este año repetimos y seguro que sale igual de bien, si no es así no será por falta de ganas, la gente de El Bosque lleva meses preparandolo juntos, se hizo un taller de costura para hacer las ropas, y se creó una asociación que está trabajando sin parar, ensayando desde hace meses para que nada falle.
         Ahora os dejo un video resumen de la recreación del año pasado, el lunes os contaré como ha ido la de este, y me voy a dormir, que estaría gracioso que después de todo esto perdiera mañana el tren...

       

viernes, 18 de noviembre de 2011

El logro histórico de la educación pública

Ayer estuve en una conferencia sobre Ortega y Gasset en su fundación, que fue residencia de señoritas en la República. Al salir de allí, de camino a casa, me encontré con un grupo de gente con la camiseta verde y el lema “escuela pública de tod@s y para tod@s”, volvían de la manifestación contra los recortes en la educación pública.
             Pensé en como ha cambiado todo, y en especial la educación, en los últimos años, cuando mi abuela tenía mi edad, allá por los años 30-40, ya tenía varios hijos y llevaba unos años trabajando en el campo, mi padre con mis años (años 60) ya llevaba 6 trabajando en el extranjero, mi madre tenía ya a sus 2 primeros hijos.
            Y luego llegamos nosotros, la siguiente generación, la que está viviendo una vida totalmente diferente a la que tuvieron nuestros padres y abuelos, tenemos que trabajar en mil trabajos “basura”, sí, pero también podemos ir a la universidad gracias a las becas con las que contamos, nosotros estamos incluso haciendo un master y dentro de poco (me gusta pensarlo así) seremos profesores, algo impensable para el hijo de un jornalero hace 70 años. Otros tuvieron una vida parecida a la nuestra, pero pertenecían a una élite reducida.
            Y ahora, después de todo lo que lucharon y siguen luchando muchos para que esto sea así, para que vayamos no sólo a la escuela (obligatoria), sino hasta la universidad, ahora quieren que volvamos un poquito atrás, quieren darle prioridad a la escuela privada, que a lo mejor está muy bien, (no es eso lo que discuto aquí), pero no es accesible a todos. Quiero ser profesora, pero quiero serlo sabiendo que los que llegan ahora  y llegarán luego van a contar con las mismas posibilidades que yo conté, por eso me uno a todos aquellos que piden una educación pública, de calidad y para tod@s.

viernes, 4 de noviembre de 2011

En Andalucía tenéis un nivel más bajo...

         Hace una semana estaba hablando con un profesor acerca de los libros de texto, le pregunté que si hay muchas diferencias entre los libros de texto de una comunidad y los de otra, y la respuesta del profesor fue "hay diferencias, porque en los colegios e institutos andaluces tenéis un nivel más bajo".
         Yo soy andaluza, tengo que reconocer que la frasecita me sentó fatal, pero lo que me sentó mal de esta frase no fue el "ataque", por decirlo de alguna manera, hacia los andaluces, sino lo que supone, a mi modo de ver, que un profesor se coloque delante de una clase y eso le de la autoridad para hacer y decir lo que le apetezca, sin tener en cuenta lo que eso supondrá para el que lo oye.
         En este primer mes de clase no hemos parado de oír eso de que tenemos que intentar educar en valores, pero ante casos como estos yo me pregunto, ¿qué es educar en valores?,  y para responderme a esa pregunta me encontré con un libro, que precisamente se titula ¿Qué significa educar en valores hoy?, coordinado por Guillermo Hoyos y Miquel Martínez. El resumen de este libro dice lo siguiente:


         Educar en valores es participar en un auténtico proceso de desarrollo y construcción personal. Una participación que en lenguaje educativo consiste en crear condiciones pedagógicas y sociales para que dicha construcción se lleve a cabo de una forma óptima.
        Educar en valores es en cierta medida "pragmatizar" y articular en las relaciones sociales y en las instituciones lo que se nos viene diciendo, hace ya muchos años, desde la filosofía moral, política y del derecho.
        Con ello se abre la posibilidad de mirar más complejamente los procesos educativos. Estos no deben restringirse a la preparación en determinados saberes, sino que ante todo deben comprenderse como procesos de formación de una cultura ciudadana pluralista, democrática y solidaria. Educar en valores hoy es formar ciudadanas y ciudadanos auténticos que sepan asumir conscientemente los retos de la globalización y puedan comprometerse en la construcción de un mundo más justo, más inclusivo, equitativo e intercultural.

         Creo que después de esto, como dice un buen amigo, no hace falta decir nada más.


domingo, 30 de octubre de 2011

Educar para ser libres... la escuela en la Segunda República española

En el post anterior os he hablado de un artículo, se titula "Educar para ser libres... la escuela en la segunda República española", y es de José Luis Murillo García, ahí va:


         El 14 de abril de 1931 se proclamó la II República en todo el Estado español, que encarnó la democracia y la modernidad, la libertad, la educación y el progreso, la igualdad y los derechos universales para todos los ciudadanos. Una escuela pública, obligatoria, laica, mixta, inspirada en el ideal de la solidaridad humana, donde la actividad era el eje de la metodología. Así era la escuela de la II República española. De todas las reformas que se emprendieron a partir de abril de 1931, la estrella fue la de la enseñanza.
         El 14 de abril de 1931, la República encontró una España tan analfabeta, desnutrida y llena de piojos como ansiosa por aprender. Y los más ilustres escritores, poetas, pedagogos, se pusieron manos a la obra. De pueblo en pueblo, con la cultura ambulante. A la espera de que se aprobara la Constitución, en diciembre, el Gobierno tomó, mediante decretos urgentes, las primeras medidas: se reconoció el Estado plural y las diferencias lingüísticas (se respeta la lengua materna de los alumnos) y al frente del Consejo de Instrucción Pública que haría caminar las reformas se nombró a Unamuno.
         Se proyectó la creación paulatina de 27.000 escuelas, pero mientras, los ayuntamientos adecentaron salas donde educar a los niños. Y a los mayores. Hubo incluso alguna escuelita en las salas de autopsia de los cementerios. Donde se podía. Entonces las maestras desempeñaron un papel primordial: enseñaban en sus casas con la subvención del ayuntamiento.
         La República se propuso llenar las escuelas con los mejores maestros. Pero los docentes de la época tenían una formación casi tan exigua como su salario. El sueldo miserable de aquellos voluntariosos maestros subió a 3.000 pesetas al tiempo que se organizaban para ellos cursos de reciclaje didáctico. En las Semanas Pedagógicas recibían asesoramiento de los inspectores, para aumentar su formación. La carrera de Magisterio, elevada a categoría universitaria, dignificó la figura del maestro. A los aspirantes se les exigió, desde entonces, tener completo el bachillerato antes de matricularse en las Escuelas Normales, donde se enseñaba pedagogía y había un último curso práctico pagado. Se hizo del maestro la persona más culta, eran los intelectuales de los pueblos y, con toda la precariedad en que vivían, ejercieron de una forma digna.
         Comenzó a tejerse un sistema educativo que puso el énfasis en el alumno, le hizo protagonista de las clases y de su formación. Los niños salían al campo para estudiar ciencias naturales, se trataron de sustituir los monótonos coros infantiles recitando lecciones de memoria por el debate participativo y pedagógico; los niños y las niñas se mezclaron en las mismas aulas, donde se educaban en igualdad, y se favoreció un tránsito sin sobresaltos desde el parvulario a la universidad. Fue una escuela en la que se educó a los niños atendiendo a su capacidad, su actitud y su vocación, no a su situación económica. La educación pública recibió financiación para ello, y eso era algo que la escuela privada miró con recelo. Todo tenía el aroma pedagógico de la Institución Libre de Enseñanza, que fue el soporte intelectual en el que se apoyó la República. Aunque diseñó una escuela más laica.
         En 1933 hay de nuevo elecciones. La mujer estrenó el voto femenino y la derecha -la CEDA de Gil Robles- llegó al poder. Los progresistas verán cómo se frenó la financiación educativa y las medidas laicas, aunque no se derogaron, fueron escamoteadas.

Bienvenidos!!

         Bueno, antes de empezar a publicar ninguna otra cosa creo que lo justo sería que presentara este blog, que surgió como propuesta del profesor de "Aprendizaje y desarrollo de la personalidad".
         Tengo que reconocer que la idea me asustó un poco, aún no se si estoy preparada para escribir algo que le pueda interesar a los demás. Pero a la vez me doy cuenta de que puede ser estupendo el tener un lugar donde escribir todo lo que voy a ir descubriendo y viviendo en este master, donde intentar aclarar mis ideas, donde poner en común con mis compañeros todo esto que, para la gran mayoría, es algo nuevo. En fin, ya veremos que es lo que sale de aquí y si se cumple todo esto que digo.
         Para terminar esta entrada quisiera explicar el porqué de el título de este blog, "Educar para ser libres". La verdad es que me costó muchísimo elegir el título que llevaría este blog, lo pensé durante varios días y no se me ocurría nada, pero leyendo cosas por internet me topé con un artículo títulado "Educar para ser libres... la escuela en la Segunda República española" (en un siguiente post pondré el artículo completo), el artículo hace un resumen de la tarea que llevó a cabo la Segunda República en el ámbito educativo, y me hizo pensar en la dificultad de la enseñanza, en la influencia de todo lo que la rodea, en la responsabilidad del profesor, en la importancia de una educación en valores, etc. Por todo ello pensé que podría ser un buen nombre, aunque claro está, lo importante no será el título de este blog, sino su contenido